Hoy los padres estamos tan saturados de tareas que no
nos quedan tiempo para nuestros hijos, y mucho menos para leerles un cuento
antes de dormir
El leerle un cuento nuestros hijos todas las noches es
más que una simple actividad para arrullarlos, puede beneficiarles de manera importante tanto a ellos como a nosotros, por ejemplo ¿sabías que al leerle
estimulas su lenguaje e imaginación?, ¿consigues relajarte y relajarlo
creando unos lazos más fuertes entre
ambos?.
Y estos tan solo son algunos de los beneficios que
tiene esta actividad, te puedo mencionar más:
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El escuchar cuentos hace a los niños más reflexivos,
ya que en éstos siempre encontraremos un mensaje que los lleve a comprender la
forma en que deben actuar y comportarse, a saber distinguir entre lo bueno y lo
malo.
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Le ayuda a combatir sus propios temores. En muchos de
los cuentos el niño se puede identificar con las emociones de los
protagonistas, y el conocer el desenlace y lo que le va ocurriendo a lo largo
de la historia, supone tener argumentos para afrontar sus propios miedos, con
una sensación de mayor control.
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Se estimula su memoria y sus ganas de expresarse.
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Desarrolla y amplían las capacidades de percepción y
comprensión del niño.
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Fomenta la lectura y el amor por los libros en
nuestros hijos, ya que el interés que les despiertan las historias mágicas y
llenas de aventura plasmadas en esas páginas, aumentan sus ganas de conocer más
relatos, por eso es fácil que acaben amando la lectura.
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El niño aprende más palabras, su vocabulario es más
amplio y este aspecto le ayudará muchísimo posteriormente, porque podrá leer
mucho mejor y por consiguiente tener un mejor desempeño escolar.
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A través del cuento podemos llegar a relacionarnos
tanto con nuestros hijos, que podemos ganarnos su confianza para que así como
nos cuentan sobre las cosas cotidianas que les suceden también sobre
situaciones difíciles que estén viviendo, pudiéndolos orientar y apoyar.
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Aunque no lo crean padres de familia, a través de
lectura de cuentos nuestros hijos pueden aprender sobre historia, la vida
humana y animal; letras, colores, números, palabras en otro idioma, etc. sin
que les resulte aburrido.
¿Cómo contarles
cuentos a tus hijos?
Para que la hora de contar un cuento sea un momento
muy esperado por los niños y tengan en ellos los efectos positivos que les hemos
mencionado anteriormente, debemos tomaren cuenta lo siguiente:
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Elijan un lugar cómodo y suficientemente iluminado
para leer.
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Cuenta el cuento con alegría y entusiasmo para que
atraigas la atención del niño, logre comprender la historia, y capte el mensaje.
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Permite que conforme se este contando el cuento, el
niño pueda ver las ilustraciones.
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Mientras lees fíjate en las reacciones del niño y sus
movimientos, y si es necesario haz pausas todas las veces que sea necesario
para escuchar sus preguntas o para comprobar si está entendiendo el relato.
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Cuando el niño esté cansado no lo obligues a
continuar, ya que dejará de ser una actividad gratificante para él
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En otro momento del día, pídele a tu hijo que dibuje
alguno de los personajes o escenas del cuento que hayan leído el día anterior.
Eso trazos que pueden parecerte garabatos tienen grandes mensajes, ya que allí
quedarán expresados los miedos, las expectativas y los intereses que le mueven.
Cuentos para cada edad
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A la edad de los dos años y medio, debemos empezar con
los cuentos ilustrados.
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A los 3 años, debemos elegir cuentos que nos relaten
historias sencillas y claras en cuanto a la idea y el lenguaje empleado. La
acción debe ser lineal y no demasiado larga, ya que la capacidad de atención no
está desarrollada a esta edad. (Es importante que los cuentos no tenga un
número excesivo de personajes).
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4 años: Los cuentos apropiados para esta edad son los
que intervienen personajes fantásticos, objetos extraños que hablan y se
mueven, países maravillosos o ciudades encantadas.
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A los 5 años los niños prefieren personajes y
situaciones más reales. Les gustan los protagonistas que son niños como ellos
con los que puede identificarse. Esta es una buena oportunidad para introducir
valores morales en las narraciones, precisamente gracias a esta identificación.
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A partir de los 8 años los libros de aventuras y
detectives incluidos les encantan. Estos tipos de cuentos son muy útiles para
trabajar ciertos valores (empatía, solidaridad, amor, respeto, etc.).
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Desde los 12 años: En esta etapa lo misterioso y
desconocido les fascina. Es recomendable novelas realistas que traten temas
como el primer amor, los conflictos personales; novelas que reflejan realidades
de su entorno social y que pueden ser utilizadas para seguir trabajando y
reforzando valores.
Es cierto que los padres en su mayoría y por
cuestiones de trabajo no disponemos de mucho tiempo para nuestros hijos, y lo
único que queremos al final del día es llegar a casa y descansar; sin embargo
déjame decirte que existen otras formas que también nos pueden ayudar a
relajarnos como por ejemplo leerles a nuestros hijos. Recuperemos los hábitos
de las generaciones pasadas y cuéntales cuentos a tus hijos.